La manteca de karité es una grasa extraída de la nuez que produce el árbol
del mismo nombre, que crece de forma espontánea en la sabana de África
central y occidental donde, tradicionalmente, ha constituido una de las
principales grasas de la dieta de las tribus de la zona.
El uso continuado de manteca de karité o en inglés
“Shea butter” nos asegura los efectos preventivos para combatir el
envejecimiento de la piel. La manteca de karité actúa recubriendo la piel con
una película invisible que evita la deshidratación y la protege de las
agresiones externas, como el sol, el viento o los cambios bruscos de
temperatura. Es muy eficiente en la regeneración de la piel, calma las pieles
irritadas, es el más efectivo de los antienvejecimiento que
existen en la naturaleza.
La manteca de karité durante el embarazo previene la
aparición y la formación de estrías. Durante la lactancia previene la formación
de grietas en el pecho y protege al bebé de enrojecimientos de la piel por la
fricción de los pañales, pudiéndolo aplicar cuantas veces sea necesario. Es muy útil para tratar los labios resecos por el frío, a los que aporta un
brillo natural, también para la nariz irritada por las alergias o los
resfriados. Podemos utilizarla para dar a nuestra piel un efecto satinado,
terso, hidratado y suave.
Es muy efectiva para las articulaciones de codos y
rodillas, dedos de los pies, talones y uñas, por lo que es muy recomendable para
antes y después del ejercicio deportivo ya que elastifica la piel y suaviza las
callosidades en un par de aplicaciones. El karité aportará una recuperación más
rápida del músculo mejorando el drenaje y la eliminación de toxinas.
La manteca de karité protege el cabello del daño solar,
al ejercer un efecto protector y regenerador de este, restaurando la estructura
capilar, aportando brillo, suavidad y volumen.
Esta manteca destaca por su intenso y duradero poder hidratante sobre el rostro y el cuerpo.
Mejora la elasticidad de la piel por sus propiedades nutritivas y su alto
contenido en vitamina F, componente vital de las membranas celulares. Es un
anti-irritante por excelencia, lo que convendrá a las pieles que enrojecen con
facilidad, con tendencia alérgica y para los que están mucho tiempo acostados,
previniendo la aparición de llagas.
Funciona también como un excelente protector solar, otorgando un bronceado de
larga duración, y lo mejor es que será de forma natural, además de no producir
granitos, por lo que podemos usar aun cuando hay acne o en pieles grasas.
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