No tienes que ser un yogui ayurvédico para hacer tu propio aceite de amla. Si tienes un mercado hindú a la vuelta de la esquina, ponte al día con su principal ingrediente, grosellas secas. El aceite resultante de esta fruta tropical es como un spa para tu cabello, con una parte de batido de proteínas. Éste le devuelve el brillo a la cabellera dañada y seca así como brinda volumen a los folículos ralos al aumentar la pectina y la vitamina C.
Instrucciones:
1- Corta la grosella India o amla en trozos pequeños (del tamaño de un arándano seco). Si sólo dispones de grosellas frescas de la India, ponlas en el alféizar de la ventana para que se sequen completamente y luego procede.
2- Coloca 2 cucharadas de amla cortada en una olla pequeña. Vierte dos tazas de aceite de coco sobre el amla.
3- Enciende el fuego y cocina el amla en aceite de coco. A medida en que el aceite se calienta éste comenzará a tomar el color marrón del amla. Continúa cocinando hasta que los trozos secos de grosella parezcan carbonizados y luego quita la olla del fuego.
4- Vierte el aceite a través de un colador en un frasco y séllalo con la tapa. Desecha los trozos de amla carbonizado. Ya tienes tu aceite de amla hecho en casa.
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